Después de la historia que dejé plasmada en el blog http://elijansupropiaaventura.blogspot.com/ los invito a compartir esta historia sencilla y cotidiana, y que me ayuden a elegir el próximo pasajero de este taxi imaginario.

martes, 22 de febrero de 2011

Capítulo 2: Un travesti

Una semana de trabajo. Mejora. Sube travesti.

Camisa blanca. Segundo uso o no planchada. Último botón desabrochado. Anteojos, sexys. Maquilla bien. No soy especialista pero sí me molesta la gente que se deja estar.

El travesti. La travesti. ¿Traba o trava?

¿Será verdad que maman por viajes? Decido preguntarle. Se puede enojar. Capaz es una mujer muy masculina. Puede ser. No creo ¿Pero qué va a hacer a las 2 de la tarde yendo al banco? Espero en la puerta para llevarlo de vuelta a la casa.

Todavía no cruzamos palabras, más que la de cliente y vendedor. Ya se tiene que bajar. Paga con cambio y baja. ¿Y si era mujer? Que linda sería.

lunes, 14 de febrero de 2011

Capítulo 1: Un taxista

Banquero por elección. Contador por vocación. Taxista de ocasión.

Accidentalmente manejo mi taxi. Negro y amarillo, patente FJK 455, matrícula GCBA 8424. 206, modelo 2005. Joya.

Banco. Allí aprendí a observar a la gente. Tan rara la gente.

Mano con anillo de casada, para taxi. Me detengo. No tengo cambio de 100 y se esfuma la posibilidad de tener mi primer pasajero. Puta. Una vida diciendo que si me va mal, me pongo un taxi y se van todos a la puta que los parió. Parece que la frase era con kiosco. Media hora girando y nada. Pero nada, es nada. ¿Se entiende?

Araoz, Santa Fe, Coronel Díaz, semáforo. Señor en esquina, inclina cabeza, evita reflejo vidrio delantero, mira. Levanta tímidamente la mano. Luces y a levantarlo se ha dicho.