Después de la historia que dejé plasmada en el blog http://elijansupropiaaventura.blogspot.com/ los invito a compartir esta historia sencilla y cotidiana, y que me ayuden a elegir el próximo pasajero de este taxi imaginario.

miércoles, 27 de abril de 2011

Capítulo 11: Un ruso

Inglés, asignatura; pendiente.

Pasa papelito con dirección; ¿dónde será? Botón ayuda. Palabras, imposible. Ahora, inglés que entiendo como rustico; sólo algunas palabras. Rallan, supongo ruso. ¡Uf! Complicadísimo. Simpático el muchacho; tira palabra, tiro palabra; ninguno se entiende; todos satisfechos por sus interpretaciones.

Flaca, gorda. Todavía no caigo; así la veré en 9 meses. Cambia, todo cambia. Frenada: voy a tener que equilibrar mi cabeza; la vida que nacerá, me va a matar.

Dicen que la cultura no tiene olor: los museos ingleses tienen olor a esclavos africanos; el colectivo 132, olor a casa de chino; y a este ruso se le escapó un gasesito. Efectos secundarios del vodka, quiero suponer.

¿Tendrá en facebook el virus? No sé bien por qué querríamos saber cuántas personas entran en nuestras cuentas; tampoco por qué saber de la vida de los otros; y aún menos el por qué, de que sepan de mi vida. Igual no pienso cerrar mi cuenta.

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