Después de la historia que dejé plasmada en el blog http://elijansupropiaaventura.blogspot.com/ los invito a compartir esta historia sencilla y cotidiana, y que me ayuden a elegir el próximo pasajero de este taxi imaginario.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Capítulo 7: Un judío

Humahuaca y Mario Bravo. Ya tengo donde parar al mediodía; gente macanuda para ahí. La comida no es el fuerte del lugar pero con otros conductores que hagan la estadía amena, pasa bien.

Abasto. Nunca entendí la expresión “crisol de razas” pero debe ser algo así; peruanos, judíos y mezclados en el medio los paraguayos; teatros y shopping. ¿Hay relación entre esas personas y el consumismo? Debe venir mucha gente en subte; extranjeros al barrio.

Uno de estos gorritos sube cuando estoy saliendo de la estación de servicio. No fue tan tacaño, me dejó las monedas. Pregunto, curioseo, me intriga su mundo.

En vez de pelusa en la nuca, le crece en la patilla; con tanto calor y en sobretodo; que trabajo moverse con esa barba. Tranquilamente podría ser un cavernícola de Alaska civilizado; o lo que es mejor, un cantante de reggae ruso. Trato, no puedo entenderlo; que raro habla por teléfono.

La biblia nuestra, la suya. ¿La misma? Nosotros la tenemos más actualizada. Los dos retrasamos: ¿religiones obsoletas?

Me quedo mudo: ¿por qué no sospecharía que él me podría robar? Silencio. Pienso. Silencio. Mucha paz deja en el ambiente al bajar.

martes, 22 de marzo de 2011

Capítulo 6: Un facho

Calco dispara charla: carriles exclusivos, que no sean de exclusión.

Me aburre cuando no me hablan; me irrita cuando me hablan.

Medio de transporte público; que es igual a un auto; que es público; que no es masivo; no, masivo. Negocio del gobernador de turno que debe estar entongado con los buses. En Israel se comparten; ahí sí que son públicos. Seguro que se armaron romances así. ¿Y los terroristas? ¿Qué pasa con ellos? Ocupación de terreno. Mi sorpresa, mi silencio.

Los viajes largos me cansan; los viajes cortos me aburren.

No señor, guarde ese moco. ¿Hace falta eso? Claro, usted tiene razón. ¿Cómo no, si acá es mi cliente? Debe ser así. El chico lavando el vidrio, no estudia, le molesta, ¿y usted dejando su recuerdo en el taxi? ¿Cada cuánto lavan el taxi los tacheros? ¿Nos sentiremos ofendidos los tacheros si nos llaman tacheros?

Extraño las colas, las quejas; mis compañeros, mis jefes; el desayuno y el almuerzo: ¿habré nacido para banquero?

Tipo interesante el que baja. Tipo raro. Cuando dijo hasta luego, ¿a qué se refería?

miércoles, 16 de marzo de 2011

Capítulo 5: Un piloto de avión

No vuelvo más: aeropuerto, parada, pasajero, pelea.

Piloto a bordo. Este sí que debe haber conocido Rio y tantos otros lugares. Ninguno como Costa Rica. ¿Costa Rica? Si, Costa Rica. Pura vida. Vivo el país por su experiencia. Selva, playas, hormigas gigantes. Todo lindo. Pura vida. Atienden el teléfono: pura vida; se presentan: pura vida; se despiden: pura vida. Pura vida: más que un slogan, una forma de sentirla.

¿Alianza en dedo? Debe ser lo del matrimonio nuevo; capaz que sea bisexual.

Bruja manda mensaje. ¿Cuándo entenderá que no puedo leerlo manejando? Semáforo: te extraño. ¿Arriesgar 5 puntos de mi licencia por eso? Hay una parte que no termina de entender. El taxi arruinará la pareja. Piloto enojado: ¿cómo imaginarlo manejando el avión y mandando mensajes si no tiene señal? Simplemente pido perdón.

Llegamos a destino. Pura elegancia al bajar.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Capítulo 4: Una señora bien

Te juro que es un viaje a Ezeiza. De verdad. No puedo llegar antes. Ya sé, Gorda. Lo dije. Si. Pero...

Los horarios quedaron para el banco.

Recoleta - Ezeiza. Viernes 6 pm. Infierno. Claro, la señora viaja y no le importa los que quedamos. La jabru que no entra en razón. Si me lo cuentan, yo tampoco. A la señora Recoleta no le importa. Sin sentimientos. Que corte el teléfono. ¡Qué humor!

Mujeres. Cualquier clase. Siempre las necesitamos.

A Rio. Trabajo. Así que placer. Qué suerte tienen algunos. En otra vida voy a elegir mejor. Qué lindo Rio. Bah, debe ser. Vi unas fotos por internet. ¡Copado!

Vuelvo a casa. Me encontraré con la de siempre. Gritos, amor. Reproches, amor. Después de todo sí se puede vivir del amor. Qué difícil es amar. Mi mujer. Pero si uso el posesivo, se enoja. Ella. Cuanto la amo. Voy a laburar como loco para regalarle un viaje a Rio.

martes, 1 de marzo de 2011

Capítulo 3: Un famoso

A este lo conozco. Lo conozco. ¡De-la-tele-visión! Pregunto, confirmo. Lo confundo de canal, lo confundo de horario, lo confundo de nombre. No le importa. Mi presencia tampoco.

No me gusta el ser cholulo. Esa Marcela, que buena que está. Sí. Seco.

Llega el mediodía. Sigo buscando estación que me haga de parada permanente a la hora de almorzar.

Qué bien que estabas cuando hacías de futbolista. Sí. Seco.

Celular permanentemente al oído. Dejá el pelo tranqui, papi. Sí, podés fumar. Hubiera preferido que me lo preguntes antes de encenderlo. Creído. Se rasca el oído.

¿A quién te comiste, Pibe Cantina? Después de haber atendido en el banco a García Satur y Brandoni ¿vos? No le hablo más. No le importa. No me importa. Menos mal que ya llegamos al canal. No lo bancaba más. Nada más me deja las monedas del cambio. No, dejá. No necesitaba su limosna. No seré famoso pero soy feliz.